Estoy empezando a subir. A subir, y a salir de ese pozo depresivo que me tenia atrapada. Ese pozo que no me gustaba. Ese pozo gris, oscuro, aburrido. Lleno de caras largas, lágrimas y tristeza. Mala onda. Donde no habia sonrisas, no habia luz. No habia vida. Era monótono. Era un hueco, sin nada que pudiera hacerme sentir la felicidad de la vida. A pesar de esconder todos estos sentimientos tras una sonrisa, por dentro me carcomía el alma. Y mis lágrimas eran imaginarias. Trato de ser fuerte, de no decaer. Aprendí demasiado de esto. Le saco el lado positivo. Ahora sé que las ilusiones nunca te llevan a algo bueno. Te llevan a un mundo negro, blanco y gris. Sin esperanza. Sin color ni sonrisas. Sin el placer de ver reir a nadie, porque nadie está ahi. Aunque muchos pasen lo mismo, son mundos totalmente diferentes. Cada tristeza tiene su lugar, su mundo. Cada depresión, cada pozo, cada lágrima, cada tristeza. Cada lágrima cae en un charco diferente. Cada pozo está situado en un sitio distinto a los demás.
Pero todas las depresiones, incluso nos traen algo bueno. Nos dan una experiencia, algo que contar y de lo que aprender. Un error más no hace la gran diferencia. Somos humanos, no somos perfectos y nunca lo vamos a llegar a ser. Para eso vivimos. Para cometer errores y aprender de ellos. Pero somos porfiados eh. Los cometemos una y otra y otra vez. Pero de algo sirven. Porque a fin de cuentas terminamos aprendiendo. Por las buenas o las malas, a veces, pero aprendemos. Es lo que cuenta.
Y ahora, la luz. Todos esos sentimientos negros desaparecen, la herida se desvanece y sano. Me curo. Vuelvo a ser yo misma. Vuelvo a sentir toda la felicidad de antes, lo mismo. Vuelvo a sonreir, reirme, saltar, cantar, todo sincero. DE VERDAD. Y es algo bueno, no? Lo es, y mucho. Y ahora, siendo la misma de antes empiezo a recordar cómo era yo. Era alegre, sencilla, me conformaba con poco. Era tranquila. Me reía SEMPRE,  no importaba lo que estuviera pasando. Era genial. Y ahora vuelvo a ser la misma chica loca, torpe, desprecupada que era. Yo misma, y me encanta.